Otra página de mi cuaderno

Entonces, solos. Playas, cornisas, pasos solapados sobre el terciopelo del lunes. Bendita inercia. Camino despacio porque me lo propongo-¿dónde vas con tanta prisa?- me digo, mientras camino sumido en gelatinas y campanas. El tanatorio de los rincones cuajado de borrachos me dicta la senda. Apenas hay ya mariposas.
¡Esta lentitud de lluvia y caritas de plata bajo un paraguas!
Entonces, solos, y esta soledad de cuchillo que nos hace garrapatear trazos azules sobre cualquier papel, nos devuelve al niño que fuimos, paraguas, barrizales, colegio, grises maestros, patios, lluvias.
1 comentario
jero -