
Porque era Bécquer quien hacía el verano y no las golondrinas. El estaba tras los montes, en el naranja casi rojo del atardecer, cuánto templario llevaba el viento, cuánta flor de lis o almena, o mirada femenina a través del cristal, tres fechas y un cuaderno de dibujo, cuánta osamenta, cuántas palabras breves arrastradas por ojivas, tomillo, duermevela, pocos años y un caudillo que decoraba de rojo un verano equivocado.
1 comentario
psique -
"yo no sé lo que te diera por tu cuaderno"
De verdad... ese cuaderno que presentas se me antoja una joya preciosa...
"por una mirada (al cuaderno), un mundo"
Eso daría por una mirada al cuaderno, ¡un mundo!
Muchos besos.